Tortuosa era mi vida pensando en
aquellos que quizás nunca fueron, en
tormentas apagadas con el frio de brazos que nunca amarraron mi cintura, hoy
que me veo tranquila frente a el rio de mis sueños pienso y digo en que minuto
se detuvo el tiempo, en que minuto llamaste a mi subconsciente, en que minuto él
y tu se juntaron sin si quiera sospechar que pasos entre hojas secas se reirían
de mi torpeza, veo hienas asechando por
lumbrales que ni tu yo conocemos, ríen y
eso me asusta. No puedo mentirle al viento que su susurro me acerca las risas y pone en jaque el hecho
de si debo ser o no.
En cuanto a ti me confundes las
noches y me endulzan los días, me acompañan las puñaladas y parece que supieras
y desfrutaras verme así, frenética y
ansiosa, compleja y cautiva, los pasos son pocos pero el abismo es profundo me
aterra tomar en cuenta los consejos que tú no has dado , me amarga el no saber qué
has olvidado, me alejo y espero a que llames a mi puerta y en caso de lo
contrario no será la primera ni la ultima que me sienta tan cerca de alguien
que ya no está.
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