Ser extraño, no es lo mismo que extraño ser.
A veces la palabra es confusa pero no si llegas a conocer a ese extraño que parece no ser quien quiere ser, un invierno, con vacaciones acompañada de emociones por todos lados, el ver y sentir abrazos que antes eran diarios y hoy sientes lejanos, ojos de luz que ya no iluminan tu camino, compañías innumerables que ahora ni tu ni ellos pueden obsequiar como lo hacías antes, la melancolía en este minuto se apodera de mi corazón, extraño amigos, extraño libertades perdidas, extraño manos amigas, extraño carcajadas perdidas, extraño no tener que decir que soy si no pasar al anonimato sutil que antes me hacía sentir más libre y hasta menos preocupada de la vida, se me viene a la mente las voz ronca de un hombre en esos tantos viajes que he hecho, que el hombre entre mas sabe más ignorante se siente, el hecho de haber cruzado el lumbral del anonimato te hace sentir más fría esa habitación, más grande y sin mucho que llenar, ni dar vida , solo unos cuantos trapos que ni de abrigo te sirven, solo unos cuantos ojos que ni de luz te sirven, solo unas cuantas manos que ni de apoyo te sirven, deseo esas pocas voces esas pocas manos esas pocas sonrisas que antes tanto me acompañaban y hacían mi soledad no llamarse soledad.
Bendiciones a esos amigos que siguen estando siempre para acariciar tus manos, para contestar tus llamados, para reírse de tus estupideces, para acompañar tus tardes frías.
Entiendo entonces con esto que la melancolía no es mala, sino mas bien es el estado que te recuerda lo afortunada que eres en la vida incluso cuando ya no eres parte constante del mundo de aquellos que algún dia tuviste el privilegio de llamarlos amigos.
yanira.
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