sábado, 15 de marzo de 2008

Sal y Mar



No quiero ser una estatua de sal

Como aquellas que recordamos en la historia

que con el suave murmullo del viento rompió su estética

y fue donde este la llevo.

Tampoco deshacerme con el roció de la mañana

Ya que el instante que quizás fui valiosa

con el agua me mezcle y perdí mi esencia

que con los años fue puliendo mi creador ,

Tampoco deseo evaporarme con los rayos divinos que cada mañana el sol tiernamente regala

para mí.

No quiero ser tan frágil y sensible al que mira la extraña procedencia de mi ser

Y que esto motive a ocultarme por las noches

para que así nadie note mi soledad.

A veces me gustaría que esta sal cobrara la fusión perfecta con la naturaleza

Mezclando el viento, mezclando el sol, mezclando el agua….

Mezclando mi soledad con la de estos dioses del olimpo y los matices de la arena y dejarme llevar

por el flujo del mar.

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