viernes, 1 de abril de 2011

Eco y narciso


Dentro del nuevo disco de Christina Ronsevinge se mezclan mitologías y historias de verdaderas ninfas o mujeres que pasaron sin mucha gloria en nuestra historia como es el caso de Eco, la dulce ninfa que solo podía repetir la ultimas palabras que decía su loco y egoista amor Narciso.

Para todos aquellos que no son capaces de sentir el reflejo de los demás que se emboban por sus sueños y dejan tiradas las palabras o sentimientos que aveces no son muy fáciles de decir.


En la versión más conocida del mito de Eco, ella se enamora perdidamente de Narciso de quien el adivino Tiresias predijo, en su nacimiento, que tendría un larga vida si no se contemplaba a sí mismo. Este joven era muy hermoso pero despreciaba el amor de todos.

La pobre ninfa no fue la excepción y Narciso despreció su corazón cuando la vio en el bosque y ella no fue capaz de responderle más que sus propias palabras. Entonces, ella desolada, ofendida se encerró en un lugar solitario y allí dejó de comer y de cuidarse. Así se fue consumiendo poco a poco, y el dolor la fue absorbiendo hasta que desapareció y se desintegró en el aire, quedando sólo su voz que repetía las últimas palabras de cualquiera. Esta voz es lo que llamamos eco.

Debido a esto los dioses se molestaron y todas las demás mujeres rechazadas oraron a los dioses por venganza. Némesis (la venganza) las escuchó e hizo que Narciso contemplara su propia imagen. Cuando el joven lo hizo, se enamoró de su propia belleza y ya no le importó nada más que su imagen.

Se quedó contemplándose en el estanque y se dejó morir, totalmente indiferente al resto del mundo. Dicen que aún en el Estigio (el mar de la tierra de los muertos), Narciso continúa admirándose.

En el lugar en que Narciso murió, nació la flor homónima.

CANCIÓN DEL ECO

Condenada por los dioses,
sin su linda voz
Eco se esconde en la cueva con su dolor
El corazón mudo sólo puede repetir
las últimas sílabas que acaba de oír
Narciso es soberbio,
¡Por Dios que guapo es!
Las ninfas se ofrecen ante su desinterés
Pasea en el bosque su melancolia
Nada es suficiente su alma esta vacía
Eco de lejos le espía y suspira: ¡Amor!
Como confesarlo sin su propia voz
Un claro del bosque se abre para los dos
La cálida tarde presiente lo peor

¿Quién eres tu niña loca?
Niña loca… Niña loca…
No operare darte un beso
Darte un beso… Darte un beso…
Quiero estar solo en el río
En el río... en el río…
¿no pensaras que te quiero?
Te quiero… Te quiero…
Te quiero… Te quiero…

Narciso recibe castigo por ser tan cruel
El agua nunca fue tan clara, ni tanta la sed
Al ver su reflejo por fin descubrio el amor
Ahogado en si mismo se convierte en flor
Eco de pena y locura, se consumio
Solo quedo resonando sin fin
Su linda voz

¿Quién eres tu niña loca?
Niña loca… Niña loca…
Muero antes que darte un beso
Darte un beso… Darte un beso…
Quiero estar solo en el río
En el río... en el río…
¿no pensaras que te quiero?
Te quiero… Te quiero…
Te quiero… Te quiero…

Ahora tu dime:
¿Que demonios hago yo aqui?
¿Soy solo tu espejo o me ves a mi?
¿Se me consiente algo mas que repetir cada palabra que tu deseas oir?
Tocas el agua se tiende la nariz
La imagen es vana, el llanto no tiene fin.

¿Quién eres tu niña loca?
Niña loca… Niña loca…
Contigo hare lo que quieras
Lo que quieras… Lo que quieras…
¿no ves que triste es mi vida?
Es mi vida... Es mi vida…
Tu cargaras con mi pena
Con mi pena… Con mi pena…
¿Quién eres tu niña loca?
Niña loca… Niña loca…
Muero antes que darte un beso
Darte un beso… Darte un beso…
Quiero estar solo en el río
En el río... en el río…
¿no pensaras que te quiero?
Te quiero… Te quiero…
Te quiero… Te quiero…
Te quiero… Te quiero…
Te quiero… Te quiero…


1 comentario:

Calambur dijo...

Después de las ausencias dicen que uno siempre regresa, ja ja... y lo mejor es encontrar lindas sorpresas... como las que siempre compartes de una manera mágica... Saludos...